Los Purificadores de aire permiten resolver la mala calidad del aire al interior de salas de clases y oficinas, causada por la falta de renovación y la cantidad de personas en su interior. Gracias a una serie de filtros y componentes capaces de:
Retener desde partículas de mayor tamaño, a pequeñas partículas de hasta 2,5 micras, capturando humo de cigarrillo, olores de mascotas, comida, polvo, polen, entre otros, que contribuye a un ambiente libre de alérgenos y olores indeseados.
Desinfectar mediante luz UV de forma física virus y bacterias, para crear ambientes protegidos de patógenos.
Abatir compuestos orgánicos volátiles (VOC) como formaldehído, tolueno benceno, cetonas, entre otros; presentes en pinturas y barnices.
Desinfectar y eliminar olores mediante Ozono O3, capaz de eliminar bacterias, hongos, esporas, nemátodos, parásitos, protozoos, virus y levaduras, entre ellos incluso la influenza h1n1.
Lo que finalmente resuelve el “Síndrome del edificio enfermo”; disminuye los contagios cruzados, jaquecas, náuseas, mareos, resfriados persistentes, alergias, absentismos.